26.5.09

Eran cuatro pollitos,
chiquitos y amarillitos
hijos de blanca gallina
y de un gallo negro cetrino,
son por un tío gringo,
ella le dijo,
que tiene ojos azules
y plumaje amarillo,
y creyole el gallo cetrino
hasta que sucedió lo inevitable un día
en que tres de los cuatro pollitos
fuéronse al charco a nadar
y un pato taimado y orgulloso
no los dejaba de mirar
talvez fué el mismo pato
que el nacimiento no cesó de celebrar
siete días después de nacidos
y no se cansó de bailar,
al menos uno mío, dijo el gallo
y recién se puso a celebrar
y no acabó su fiesta
hata el día que bajó un gallinazo
y enseñó al pollito a volar.

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